Una enorme grieta es muestra inequívoca de que en cualquier momento 60 mil metros cúbicos de tierra caerán sobre las dos calzadas de la autopista Medellín - Bogotá.
La troncal ya cumple tres días cerrada por las piedras y el material que cubren las calzadas. Varios habitantes de viviendas aledañas han sido evacuados.
Óscar Restrepo, alcalde de Copacabana, afirmó que “el terreno se está moviendo, está bajando piedras, está bajando lodo, bajó unos postes, unos cables, rompió unas mangueras de los acueductos de donde se surte la comunidad”.
El riesgo es inminente. Durante todo el día, desde la parte alta de la montaña, han caído enormes piedras. El radar que monitorea la montaña registró la alerta máxima.
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El capital José Mora, comandante de Policía Tránsito y Transporte del Valle de Aburrá, manifestó que “ya se empezó a hacer un desprendimiento en la parte alta de la montaña. Es cuestión de horas como marca el radar, puede que se genere el deslizamiento general de esta montaña”.
Las autoridades declararon calamidad pública y de no ceder el talud naturalmente, en las próximas horas se inducirá el derrumbe de manera controlada.
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