A pesar de que no se ha logrado identificar plenamente al infractor, la empresa para cual trabaja ya se conoce; además, información sobre la ruta, que comprendería el sector Monzón y el centro de la ciudad.
Entre tanto, en el baluarte de San Ignacio se adelantan planes de restauración para elementos históricos como los cañones que reposan sobre la muralla.
El costo de las bases, llamadas cureñas, es de 8 millones de pesos cada una. Se calcula que su peso se aproxima a la tonelada y es necesario el esfuerzo de 10 hombres para poder moverla.
La primera fase del proyecto tuvo una inversión de 48 millones de pesos.
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