Trabajadores del servicio público decidieron retener por su cuenta a diez de los carros piratas que operaban en horas de la madrugada en el sur de la capital.
Denuncian que debido al aumento de vehículos particulares que transportan a pasajeros a las localidades de Kennedy y Bosa, su economía se ha visto afectada.
En su defensa, algunos afirmaron que las personas que transportaban eran miembros de su familia y que no estaban operando ilegalmente. Mientras que otros reconocieron su falta o decidieron darse a la huida ante la presencia de las autoridades.
La Policía llegó al lugar de la protesta e inmovilizó a 15 vehículos que, además de trabajar sin permiso, estaban en malas condiciones mecánicas.
Updated: abril 10, 2015 12:05 p. m.