Según el Ejército, los militares hacían parte de un convoy que cayó en un área con presencia delincuencial de disidencias de las FARC y Los Caparrapos.
El grupo patrullaba durante la mañana de este miércoles por la vereda La Embaretada en el Cañón de las Iglesias, en Tarazá, un municipio ubicado a unas seis horas en carro desde Medellín cuando sucedió la emergencia.
Los soldados Miguel Ángel Manco Torres y Adair Alfonso Peralta Urango murieron tras pisar el campo minado. Tres de sus compañeros sufrieron heridas y tuvieron que ser evacuados de la zona en helicópteros medicalizados del Ejército Nacional.
Según la Séptima División, los heridos fueron remitidos a Montería.
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Luego de lo sucedido, el Ejército envió tropas a la zona para que traten de identificar a las personas que sembraron las minas antipersonal en el lugar, que según la fuente castrense son disidencias del Frente 18 de las FARC aliadas con Los Caparrapos.
Los explosivos habrían sido sembrados para tratar de controlar la erradicación manual de cultivos ilícitos.
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