Siete profesionales de la salud abandonaron sus cargos luego de que algunos de ellos fueron víctimas de ataques o amenazados.
Uno de los casos es el de María Camila Vélez, quien al graduarse hace tan sólo dos meses no llegó a pensar que su vocación de salvar vidas iba, paradójicamente, a poner en riesgo la suya.
Ella y otros seis médicos renunciaron porque además de ser agredidos, están siendo amenazados.
“Sentir que las personas a las que les estás brindando el servicio la cogen contra vos cuando vos no sos el culpable de todo lo que está pasando en el país a nivel de salud es demasiado triste”, dijo la médico.
El hospital permanece cerrado, sus camas y camillas vacías y sin pacientes. En el municipio no hay otro centro de atención y más de 20 mil personas están afectadas.
“La renuncia se presenta debido a agresiones físicas y verbales de las que han sido víctimas los médicos en el ejercicio de su profesión, básicamente eso es lo que lleva a tomar la decisión”, explicó Beatriz Restrepo, la gerente del hospital local.
Y es que a los galenos les ha tocado vivir situaciones poco honrosas para su profesión.
“Una agresión física, le pegaron en la cara un golpe y el domingo pasado un compañero sufrió amenazas contra su vida porque no pudo atender a una paciente por cosas del sistema de salud”, explicó la médico Vélez.
Las autoridades atribuyen estas situaciones a problemas generados por intolerancia.
El mayor Wilson Ortega, comandante del Distrito de Policía Norte, dijo que “estamos haciendo todas las actuaciones pertinentes para tener una mayor comunicación y fluidez de los casos que se están presentando en la comunidad”.
Updated: junio 15, 2017 06:12 a. m.