En su decisión, la juez 64 consideró que no había suficientes evidencias para involucrar al coronel José Javier Vivas, subcomandante de la Policía de Bogotá en el momento, con la alteración de la escena del crimen de Diego Felipe Becerra, ocurrida en 2011.
De igual manera, la funcionaria judicial cree que al coronel Nelson Arévalo, comandante de la Policía de Suba, le fue entregada la escena de los hechos alterada y con el arma ya puesta en el lugar.
Dijo que la falta de pruebas para involucrar a los oficiales en un complot no permite dictar orden de aseguramiento. Sin embargo, seguirán involucrados a la investigación.
Otra suerte corrió Nubia Mahecha, esposa del conductor de buseta que aseguró que Diego Felipe lo había asaltado. La juez consideró que la Fiscalía logró probar que había participado en un montaje para acusar al joven de un asalto.
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Por ello, ordenó su detención domiciliaria al tener en cuenta que tiene un niño que requiere de su atención.