El 27 de agosto del 2010 nació María Ángeles, con tan solo 30 semanas de gestación llegó al mundo con un complejo problema cardiaco.
María Fernanda Acero, mamá de María Ángeles, explica que “ella está viva porque el marcapasos le impulsa que el corazón pueda latir. Todos los latidos se los da el marcapasos, entonces ya estamos en lista de espera para el trasplante, pero los médicos dicen que en cualquier momento la niña se me va”.
Para María Fernanda cada día de vida de su hija es un regalo del cielo. Tras cuatro años e igual número de cirugías, su primera y única hija lucha por vivir y espera un trasplante que mejore su calidad de vida y le permita crecer y jugar como cualquier niño.
“Su corazón no puede estar peor, el corazón está en limite y ya lo tiene muy grande y más adelante se le afectan los riñones el hígado y todas las parte de su cuerpito, entonces la única esperanza es que aparezca el donante de corazón”, afirma la señora Acero.
La menor permanece en la unidad de cuidados intensivos de un centro hospitalario de Medellín, esperando, como hace tres años, un donante de corazón.
“Yo sé que no es como conseguir pan en una panadería, pero de pronto en una medida desesperada, si hay un niño o una niña con muerte cerebral, que los papás se acuerden de María Ángeles”, pide la madre.
Como esta niña, en Colombia, según la Asociación Nacional de Trasplantados, hay unos 1706 pacientes a la espera de un donante de corazón, mientras que otros 245 corrieron con la fortuna de encontrarlo. María Ángeles aún lo espera en la unidad de cuidados intensivos de la Clínica Cardiovid.
Updated: enero 29, 2015 10:15 a. m.