Abuela afirma que dio aviso a las autoridades sanitarias ante el primer caso, pero que estas no actuaron y se registró entonces la segunda muerte.
Josefa Morelo dice que su nieto Romario Guerrero, quien falleció primero, y su nieta María Camila, quien perdió la vida días después, fueron víctimas de la enfermedad transmitida por roedores.
La abuela denunció que “la Secretaría de Salud de Cartagena no ha activado los protocolos” para hacerle frente a la leptospirosis que amenaza a los habitantes del barrio El Pesebre.