Estas estadísticas, correspondientes a 2011 y 2012 y dadas a conocer ante el Comité de la Convención de Derechos de la Infancia, son bastante mayores a los 170 sacerdotes destituidos entre 2008 y 2009, cuando el Vaticano reveló por primera vez detalles sobre el número de sacerdotes cesados.
Anteriormente sólo había divulgado el número de denuncias de abusos sexuales que había recibido.
El arzobispo Silvano Tomasi, embajador del Vaticano ante la ONU en Ginebra, aludió a una sola de las estadísticas en una sesión de ocho horas en la que el comité de derechos humanos de la ONU lo sometió a un intenso interrogatorio con fuertes críticas a la Iglesia.