La vida de Héctor López está íntimamente ligada al conflicto armado colombiano y él parece no estar ni enterado.
“La mamá era guerrillera y el papá es Marulanda. Ellos de aaquí se fueron al Huila y de ahí se devolvieron para acá”, cuenta Flor Emilia Gutiérrez, una habitante de La Gaitana, Tolima.
A este corregimiento llegó Pedro Antonio Marín, alias ‘Manuel Marulanda’ o ‘Tirofijo’, quien huía de la violencia en su natal Quindío.
En esas montañas, en Marquetalia, nacieron las FARC y según cuentan, nació también Héctor o ‘Pote’, quien sería el hijo mayor del jefe guerrillero.
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Se supone que su discapacidad mental es por cuenta de una meningitis y que lo criaron sus abuelos hasta la muerte. Después, se hizo cargo su tía materna de apellido Perilla, quien prefiere no hablar ante los medios de comunicación.
“Él es como un tesoro en el pueblo, todo el mundo lo estima y lo quiere”, cuenta Heraldo Lemus, un vecino más.
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Según los residentes de La Gaitania, aquí nació también el alias de ‘Tirofijo’. “Le pusieron así porque el tiro que le hizo a un policía en la plaza desde una finca que se llama El Rocío. Le pegó en la frente y le voló la cabeza, de ahí quedó ‘Tirofijo’”, cuenta otra de las memorias vivas del pueblo.
En la plaza, un pequeño monumento hace honor al militar presuntamente asesinado por ‘Marulanda’, aunque para estos tolimenses, es ‘Pote’ la prueba viviente de que en estas tierras se fundó la guerrilla.
En el pueblo nadie ha visto su cédula ni registro de nacimiento. Se han acostumbrado a confiar en los relatos de los viejos que aseguran que el vecino más pacífico y sonriente del pueblo es el primogénito de un hombre que marcó con sangre su región.