Uno de los delitos de gran impacto en la capital del Valle del Cauca es el del robo de celulares, que presentó un incremento. Los caleños dicen sentirse atemorizados, porque no saben a qué hora un ladrón lo amenaza y se lleva su dispositivo telefónico.
A diario circulan por redes sociales videos de cámaras de vigilancia, que muestran cómo delincuentes de una manera y otra hurtan equipos móviles en la ciudad. Según cifras de la Policía, este flagelo creció un 22% en el último año.
Para abogados penalistas, quienes cometen esta clase de robos son personas especializadas en manejar el negocio. Tienen identificados los teléfonos, marcas y diseños que gozan de un mejor comercio en el mercado ilegal.
"Son estructuras criminales muy bien organizadas. El ladrón de celulares, que se dedica exclusivamente a eso, tiene un proveedor y ese proveedor es el encargado de llevar a cabo el destino final de este tipo de elementos", explica Élmer Montaña, abogado penalista.
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En el año 2015 se robaron 3.500 celulares en Cali y en 2016 la cifra creció a 4.300. Las comunas 2,3,17 y 19, son las más afectadas por este tipo de delito, ante el cual las autoridades ya trabajan en diferentes estrategias para combatirlo.