En fallo de segunda instancia, la Procuraduría lo sancionó con destitución e inhabilidad por término de 10 años, en su condición de patrullero de la Policía Nacional adscrito a la localidad de Suba, en Bogotá.
Para el organismo, el patrullero incurrió en falta disciplinaria "al haber incumplido con los parámetros básicos de la actuación de la fuerza pública, como el respeto de un derecho fundamental como la vida, desbordando las atribuciones y límites indicados por la Ley y los reglamentos para el uso de la fuerza y las armas, así como los procedimientos legales para ello y sin cumplir su deber de mantener las condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos de los habitantes del territorio nacional".
Contra la presente decisión no procede recurso alguno por vía gubernativa.
El grafitero perdió la vida 19 de agosto DE 2011, presuntamente a manos de Alarcón, en medio de un confuso hecho ocurrido en cercanías a la avenida Boyacá con calle 116, en el norte de Bogotá.
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