María Cecilia Lotero se sintió mareada y prefirió no ingresar a su cuadrante en el Olaya Herrera. Eso sí, no se perdió la misa con el papa Francisco.
Esta residente del barrio Campo Amor hizo una larga fila para estar en la homilía oficiada por el santo padre, pero la salud le jugó una mala pasada, en medio de la multitud.