Villa de Leyva y ocho municipios vecinos en el departamento de Boyacá enfrentan una batalla por la pureza del agua. Muchos de sus habitantes aseguran que empresas mineras extractoras de arcilla vierten aguas contaminadas al río que nutre sus acueductos. Por su parte, las empresas con papeles en regla se defienden.
Uno de los afluentes afectados es la emblemática quebrada La Periquera, considerada uno de los los lugares más bellos de Boyacá. Cerca de allí, Julio Velásquez, un curtido campesino de Gachantivá, dice que el agua del río La Cebada es contaminada por dos empresas mineras. (Noticias Caracol investiga: La minería embolata reconocimiento de patrimonio cultural de Villa de Leyva).
“Hacen unos huecos, extraen el caolín con retroexcavadoras. Y con máquinas de alta presión la echan directamente al rio que surte nuestro acueducto”, denuncia Velásquez.
En varios registros fotográficos tomados por la comunidad en julio, se aprecia cómo el agua presenta una apariencia lechosa. Así continúa su curso hasta llegar a los grifos en las casas.
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La microbióloga Camila Monroy declara al respecto: “¿Las empresas están diciendo que no es nocivo para los humanos, cultivos y personas? Si son nocivos si se trata de un contaminante. Cualquier cosa que no sea un elemento natural del agua es un contaminante”. (En contexto: Colombia pierde 1,7 billones de pesos anuales por incentivos a la minería).
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No obstante, los responsables de los vertimientos dicen que no pasa nada. “Nosotros vertimos mejor calidad de agua que la que tiene el rio”, defiende el ingeniero Luis Carlos Rodríguez, de la empresa minera Orca.
Pero contrario a lo afirmado por el ingeniero Rodríguez, Corpoboyacá, autoridad ambiental en la zona, afirma a través de su vocero, Nelson Soler: “Orca es un proyecto que está suspendido porque encontró la corporación que muchas de sus obligaciones ambientales de manejo y control ambiental no las estaban cumpliendo”.
Al respecto, el ingeniero Rodríguez, de Orca, sostiene: “nos sancionaron por no entregar un informe a tiempo y ya lo entregamos. No por el agua. De ninguna manera. El agua nuestra es mejor que la del agua del rio”.
En el recorrido hecho por la periodista Marcela Pulido, de Noticias Caracol Investiga, se tomaron otras muestras de agua: una del tubo de desagüe de la minera Sumicol donde dicen que tratan el vital líquido y otra correspondiente a uno de los pozos.
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Las muestras fueron entregadas al laboratorio de toxicología acuática de la Universidad Nacional. El especialista Jaime González sintetizó así los hallazgos: “tiene dos variable afectadas: la dureza y el PH (acidez). No son aptas para consumo y tampoco debería permitirse el vertimiento de esas aguas a ningún cuerpo de agua”. (Los peligros de la minería en Colombia vía: Los Informantes).
Mientras, la comunidad de Gachantivá sigue pidiendo a gritos que se detengan los vertimientos mineros que envenenan el rio.
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