Una encuesta revela que el 93% de las personas a las que les decomisaron, volvieron a comprar lo que les habían quitado.
Julián Quintero, director de Échele Cabeza, organización que lideró el sondeo, revela que “el 97% de las personas, esta medida no les hizo que dejaran de consumir y aunque debemos reconocer que más del 65% de las personas han tomado medidas para no consumir ni portar drogas en el espacio público, lo que vemos es que un 15% han empezado a pedir las drogas a domicilio".
En otros escenarios diferentes al espacio público también se ha sentido, según el estudio, el impacto del decreto que permite decomisar la dosis mínima.
Existen eventos donde los jóvenes tienen la oportunidad de testear las sustancias que compran y saber si lo que van a consumir es realmente por lo que pagaron.
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"Desafortunadamente ha cambiado la dinámica criminal. Esto no está impactando el consumo de las personas y quienes se están haciendo doblemente ricos son los microtraficantes y desafortunadamente cerca al 60% de las personas que lograron evadir la sanción fue porque le dieron plata a la Policía", revela Julián Quintero.
Para Fabián Sanabria, sociólogo de la Universidad Nacional, la incautación de la dosis mínima tiene más de retroceso que de avance. "Se le dijo, se le advirtió, se le recomendó al presidente y a este nuevo Gobierno que eso era vender el sofá, que lo único que se iba a garantizar con ello era subir el precio de venta, ahora lo que pasa es que lo jibaros trabajan puerta a puerta, entonces nuestra inteligencia policial no va a alcanzar a hacerle el seguimiento puerta a puerta a todos los jibaros”, manifestó.
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Según cifras de la Policía Nacional, a octubre se han aplicado 35.781 comparendos por el porte de sustancias psicoactivas. La sustancia que más multas ha generado es la marihuana.
La sanción es de $208.000 pesos.