Luis Eduardo Giraldo era un aficionado al fútbol, pero las canchas recubiertas de este mineral cancerígeno provocaron la enfermedad que lo llevó a la muerte.
"Él fue un futbolista consagrado y precisamente las canchas de fútbol fueron construidas sobre rellenos de asbesto, entonces algo que lo apasionaba fue algo que lo contaminó", dice su hija Ana María, quien pidió al legislativo evitar que otras vidas se apaguen.
"No quiero que nadie viva lo que ha vivido mi papá, mi hermano, mi mamá y yo", dice Ana María.
Con ese propósito los familiares de pacientes y víctimas han emprendido una lucha sin descanso. Una de ellas fue una acción popular que fue radicada en 2006 y que 13 años después aún no ha sido fallada.
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"Hoy no entendemos cómo una acción popular en un juzgado no ha resuelto todavía respecto a la prohibición del asbesto, un acto tan necesario debería tener una prioridad en la justicia", explica Daniel Pineda, familiar de una víctima de asbesto.
El otro frente es en el Congreso, donde el debate se ha postergado una y otra vez. Incluso hay preocupación porque la ley para prohibirlo puede hundirse, a lo que se suma una carta enviada por la Asociación Colombiana de Fibras en la que rechaza lo que ellos califican como “presión para que el proyecto de ley sea discutido”.
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Ante este panorama, el defensor del pueblo pidió a los congresistas que aborden con urgencia el tema.
Como Luis decía antes de partir, el balón está en manos de la justicia y del legislativo para que no se registren más muertos por cuenta del asbesto.
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