Delinquía en Girardot, Mesitas del Colegio y Soacha, entre otros municipios de Cundinamarca. Estaba integrada por padre, hijos, tíos y nueras.
La misteriosa desaparición de tres personas en Soacha, en septiembre de 2018, fue el punto de partida de la investigación.
Según las autoridades, el peligroso clan familiar timaba a sus víctimas con negocios aparentemente lucrativos, como compra y venta de oro, “pero inmediatamente se encuentran con la sorpresa de que son desplazados a una finca, retenidos en contra de su voluntad”, detalló el coronel Necton Lincon Borja Miranda, comandante de la Policía de Cundinamarca.
En una de las llamadas interceptadas a los delincuentes, la persona extorsionada desconocía que sus familiares ya habían sido asesinados.
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EXTORSIONISTA: Dígame hermanito, me tiene el dinerito, ¿sí o no?
FAMILIAR VÍCTIMA: Pues lo que le dije al mediodía, toca que nos dé placito para conseguir la plata, porque usted sabe que nosotros somos campesinos y no tenemos aquí la plata.
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EXTORSIONISTA: Póngale cuidado, yo lo que necesito son 150 millones que fue lo que me robaron.
Y en otra conversación el delincuente le advierte:
EXTORSIONISTA: Esta es la última llamada que le estoy haciendo.
FAMILIAR VÍCTIMA: Usted debe saber que en un banco están estudiando los papeles para poder hacer el préstamo, ¿sí o no?
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Los integrantes de esta familia, que en su mayoría reconocieron su responsabilidad en los hechos, deben enfrentar procesos por hurto, desaparición forzada, secuestro, extorsión y homicidio.
Hoy la tarea de las autoridades es encontrar los lugares donde fueron enterradas las víctimas.
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