“Uno no deja de sentir nervios”, confesó el subintendente Ronald Charris tras frustrar el suicidio de un paciente en la Policlínica de Ciénaga.
El hombre, de 33 años, aparentemente estaba casando de los dolores en su columna. Por eso habría decidido saltar desde un cuarto piso.
“En cuestión de segundos me lancé, lo tomé por el cuello y, con la ayuda de los médicos de turno, lo ingresé a una habitación para ser atendido", relató el valiente policía.
Charris fue aplaudido y recibió el agradecimiento de los familiares del paciente.
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