La escena ocurre en Magüi Payán, en la costa pacífica nariñense, en donde decenas de mineros artesanales excavan en pequeños socavones buscando oro, aunque lo que ninguno se imagina es que una gran parte de la ladera está a punto de desprenderse.
El gobernador de Nariño, Raúl Delgado, reveló que solo en la zona costera del departamento funcionan alrededor de 200 minas artesanales o ilegales.
"Este problema tiende a ser más grave que el de los cultivos ilícitos y aquí se necesita una actuación integral que al tiempo que sea de autoridad de restricción o destrucción de las maquinas que hacen la explotación minera", aseveró el gobernador.
Por su parte, José Arcos, habitante de la zona, asegura que para ellos no existe otra manera de salir adelante sino es con el trabajo como mineros.
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Las autoridades investigan como la maquinaria pesada llega hasta los sitios donde ni siquiera existen vías de acceso.
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