Autoridades aseguran que este mecanismo es más eficiente y evitará la evasión. Según Fasecolda, la ilegalidad impacta negativamente en las finanzas de la salud pública.
“Cuando no hay póliza, o no se puede identificar el vehículo, es con recursos públicos que se atiende el problema de salud que el accidente implica. No les pasa nada a las compañías de seguro, es más, no tendría que importarles que la evasión sea tan alta, porque no gravita sobre sus finanzas", explica Jorge Humberto Botero, presidente de Fasecolda.
El Ministerio de Transporte, la Dirección de Planeación Nacional y Fasecolda están trabajando para cruzar las bases de datos de los vehículos matriculados con los amparados con el SOAT, para detectar exactamente a los evasores.
Este formato incorpora un código que contiene toda la información del usuario y se entregará vía correo electrónico y basta con tenerlo en su celular o impreso en cualquier papel.
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“No van a cambiar los lugares de acceso, ni los puntos de venta, ni la forma de venderse, el que lo compra lo hace igual. Lo que cambia es que no es un papel impreso, sino un documento digital que inclusive puede pedirle a quien se lo vende, que se lo imprima, si no tiene un teléfono digital", señala la ministra de Transporte, Ángela María Orozco.
El precio del SOAT está fijado por ley, se modifica anualmente de acuerdo a la inflación y el monto varía según ítems como la capacidad de transporte y el modelo.
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No portar el SOAT, impreso o digital, equivale a una multa de un salario mínimo mensual pero no tener el seguro vigente inmoviliza el vehículo.