Recordar a Guillermo 'La Chiva' Cortés para muchos bogotanos es hablar de un reconocido empresario de medios de comunicación de nuestro país, así como un político y dirigente deportivo. Además, recordado por su parecido con su primo el famoso presentador Fernando González Pacheco.
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En uno de los momentos más álgidos y dolorosos del país, el empresario fue una más de las miles de víctimas de secuestro por parte de la extinta guerrilla de las Farc. Tras siete meses de cautiverio 'La Chiva' Cortés fue un abanderado de la liberación de secuestrados y sus últimos 10 años los empleó con alma, vida y corazón para apoyar los acuerdos de paz y el llamado canje humanitario, labor que lo hizo merecedor del premio nacional de paz Alfonso López Michelsen.
Era enero del año 2000 cuando, a sus 73 años, Guillermo 'La Chiva' se demostró que seguía siendo fuerte y valiente al ser secuestrado por la cuadrilla 31 del frente 53 de las Farc a las afueras de la finca familiar que tenía en Choachí, Cundinamarca. El despiadado guerrillero Henry Castellanos, alias Romaña, lo retuvo a la fuerza.
Los motivos de su plagio todavía hoy son desconocidos, pero sus seres queridos suponen que fue más una confusión. Daniel Samper, amigo del empresario bogotano, señaló a Expediente Final que "es posible que se haya tratado de un semi accidente, iban por una persona que decían que tenía mucho dinero y La Chiva no lo tenía".
Otros aseguran que lo confundieron con un industrial que vivía por la zona y algunos más dicen que realmente los guerrilleros buscaban a su primo Fernando Pachecho . "Los secuestradores iban por Pacheco, pero se llevaron a La Chiva porque se parecía, eso me contaba él", dijo Hugo Patiño, humorista y amigo del político.
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Confusión o no, la guerrilla de las Farc le robó la libertad y tranquilidad a uno de los hombres más queridos por los colombianos durante casi ochos meses. Fueron 205 días cargados de angustia, incertidumbre y dolor para La Chiva, su familia, sus colegas y para Colombia, un país harto del azote de los grupos Insurgentes.
Sin embargo, una jugada del periodista en medio del cautiverio calmó a sus familiares y les dio la oportunidad de llevar a cabo una negociación por su libertad.
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En un principio, los guerrilleros quisieron angustiar aún más a la familia de Guillermo Cortés haciéndoles creer que lo estaban torturando, aunque en efecto el famoso estaba sufriendo malos tratos y aguantando situaciones inhumanas, exageraron todo con una imagen.
"Lo sacaron hacia la montaña, lo amarraron y mataron una gallina, la sangre de la gallina se la botaron encima, para mandar una foto y para que toda la familia viera que estaba siendo tratado de una manera brutal", recordó su sobrina Clemencia Vargas. Sin embargo, la astucia y locura que siempre caracterizó al Cortés, y por eso lo apodaron desde niño La Chiva, salió a flote en la instantánea sin que los secuestradores se dieran cuenta.
"Cuando sacan la foto él hace así (pistola con los dedos), así la gente entendió que era mentira, que él no estaba herido", aseguró el periodista Pedro Fúquen. Olga Henao, su esposa, entre risas rememoró esa escena y aseguró que "esa era una maña de él".
En medio de la incertidumbre, su hijo Carlos Cortés fue el encargado de hablar con los secuestradores, las autoridades y todas las personas que pudieran ayudar en su liberación. Los habitantes de Choachí marcharon por su libertad y hasta Belisario Betancur llamó a Tirofijo pidiendo su liberación, pero por los millones que esperaban recibir no lo liberaron.
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Aunque hubo reuniones y conversaciones, finalmente su rescate fue heroico, en medio de una operación que requirió de 50 soldados que pusieron en riesgo sus vidas para demostrarle a los colombianos que los insurgentes no se iban a salir con la suya. En medio de un peligroso cruce de disparos La Chiva fue rescatada en Medina, Cundinamarca, eso fue durante el gobierno del entonces presidente Andrés Pastrana.
El empresario y periodista dedicó desde entonces su vida en luchar por la paz y la liberación de los secuestrados a través del diálogo. En medio de su lucha, un enfisema pulmonar le terminó pasando factura a los 85 años, edad a la que falleció el 26 de abril de 2013, luego de muchos años de ser un fumador activo.