Por eso, en Santa Elena, un corregimiento de Medellín, los silleteros no salieron este año, como era habitual, a exponer sus creaciones.
Historias como la de Fernando Zapata, de la vereda San Ignacio, quien lleva la tradición familiar, se contaron en plataformas digitales.
“Esa tradición me la heredó mi papá, todos los años hacía de cargador para él y para todos los otros, primero se hacían de cabuya y ya todo es con fibra”, dijo el campesino.
Julio Ramírez, quien durante muchos años anduvo por todo Medellín, cuenta que vendía flores y cargaba mercado con su silleta, además de darle otros usos.
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“También se cargaban las señoras cuando tenían un hijo, en ese entonces no había transporte y se alzaba la señora”, recuerda.
Debido al aislamiento obligatorio, usted podrá conocer historias como la de don Fernando o la de don Julio, ingresando al canal de YouTube de los Silleteros de Santa Elena.