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Diego Armando Maradona en Japón'79, Robert Prosinecki en Chile'87, Iker Casillas en Nigeria'99, Lionel Messi en Países Bajos 2005 y André Ayew en Egipto 2009 son solo algunas de las figuras que han desfilado en el comienzo de sus carreras por el Mundial Sub-20.
Maradona ya había debutado con la selección absoluta e incluso había estado en la lista previa de la Copa del Mundo de Argentina 1978. Sin embargo, su irrupción internacional fue en esta segunda edición del mundial Sub-20, la cual cerró con un total de 6 goles y con el título de campeón.
Su gran desempeño le permitió llevarse el premio a mejor jugador del torneo, situarse bajo la lupa de clubes de todo el mundo y dar el salto a la selección absoluta en la que fue leyenda.
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La generación dorada del fútbol balcánico vivió su primer gran logro en la Copa del Mundo de Chile 1987, competencia en la que Yugoslavia se proclamó campeón con uno de los mejores equipos de la historia del torneo.
En su selección destacaban promesas que luego se afianzaron en el mundial, como Zvonimir Boban, Davor Suker o Predrag Mijatovic, sin embargo, uno destacó por encima del resto: Robert Prosinecki.
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Sus grandes actuaciones, con un estilo de juego animado y vistoso, le permitieron llevarse el premio a mejor jugador del torneo, dando el salto a la categoría absoluta del Estrella Roja, con el que conquistó la Copa de Europa en 1991.
La del arquero español es una de esas historias curiosas que dejan los torneos juveniles de selecciones. En Nigeria'99, Casillas deslumbro por sus goles, no era delantero. Y en su condición de portero, no llegó como titular. Fue el suplente de Aranzubia durante casi toda la competición.
Sorprendentemente, el momento de gloria le llegó en los cuartos de final, después de que el seleccionador español, confiando en los reflejos del guardameta del Real Madrid, lo alineara para el partido ante la potente Ghana.
Aquel día, Casillas se convirtió en el héroe del equipo gracias a su parada en una tanda de penaltis para el recuerdo que fue un punto de inflexión para que España acabara alzándose con aquel mundial.
El primer Mundial de Messi llegó en 2005, en Países Bajos.
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Al igual que en el Mundial absoluto de Catar 2022, el diez marcó en todas las rondas eliminatorias, con un doblete en la final, y así se llevó los premios a máximo goleador y mejor jugador del torneo.
Pero la huella de Messi en Países Bajos no se limitó solo a los números, sus habilidades, velocidad y agilidad sobre el campo fueron como la tarjeta de presentación pública de un adolescente que acabaría liderando el fútbol mundial durante casi dos décadas.
Uno de los futbolistas africanos más recordados fue capitán y líder de Ghana en dos de los máximos hitos conseguidos por una selección africana en una Copa del Mundo.
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André Ayew cargó con el peso de ser hijo del legendario Abédi Pelé, quien fue tres veces mejor jugador africano.
Con solo 19 años llevó a las Estrellas Negras al único título del Mundial Sub-20 conquistado por una selección africana.
Menos de un año después, en el Mundial de Sudáfrica 2010, la selección de Ghana, con el capitán Ayew al frente alcanzó los cuartos de final.
Pudo llegar más lejos de no haber sido porque su rival, Uruguay tenía una plantilla en un nivel superlativo que controló la decisiva tanda de penaltis.
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