

Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Fernando ‘Pecoso’ Castro es uno de los entrenadores más polémicos y recordados del fútbol colombiano. El manizaleño, de 76 años, dejó una huella imborrable en Deportivo Cali, club con el que fue campeón en dos ocasiones (1996 y 2016).
Durante su carrera como director técnico, ‘Pecoso’ pasó por varios equipos del balompié ‘cafetero’, entre ellos Millonarios, Once Caldas, Deportes Quindío, Independiente Medellín, Santa Fe y América de Cali, entre otros. Aunque no siempre logró títulos, en todos los clubes plasmó su estilo frontal y apasionado que lo convirtió en un personaje único del fútbol nacional.
Publicidad
Uno de los episodios más recordados de su trayectoria ocurrió el 28 de mayo de 2003, en la vuelta de los cuartos de final de la Copa Libertadores, cuando América de Cali recibió a River Plate en el Pascual Guerrero. El conjunto argentino había ganado 2-1 en Buenos Aires, pero los ‘diablos rojos’ remontaron con un contundente 4-1.
El festejo, sin embargo, quedó opacado por una gresca en la que ‘Pecoso’ fue protagonista al tomar del cabello a Claudio Husaín, jugador de River Plate. “Yo le puse la mano en la cabeza, y él hizo un movimiento como si le estuviera halando el pelo, me ganó de vivo”, recordó Castro en 'Se dice de mi'.
Publicidad
Sobre su experiencia enfrentando a Diego Armando Maradona, el entrenador expresó: “Uno jugando fútbol concentrado, viendo la condición técnica de él, que se saca 3, 4, 5 jugadores, se movía una cosa extraordinaria. Cuando uno se movía a la izquierda, o se le tiraba a la derecha, él ya iba por la izquierda. Uno en el piso, y cuando miraba, ya estaba celebrando el gol. Era un jugador muy habilidoso”.
También habló de lo difícil que resulta cerrar un ciclo en el deporte: “Uno se va preparando porque es muy duro terminar el fútbol por una lesión. Uno va pensando: 'ya me cuesta prepararme para ir a entrenar', y se va alistando para lo que va a ser dejar la carrera de entrenador”.
Recordó, además, uno de sus episodios más polémicos cuando lanzó una camilla a la cancha: “Yo todo lo malo que hice en el fútbol lo hice delante de los hinchas y periodistas, nunca hice nada malo a escondidas. Había un jugador lesionado y el árbitro no paró el partido, entonces yo tiré la camilla para que lo sacara”.
Frente a las acusaciones de que alguna vez se bajó los pantalones, fue enfático: “Yo no me acuerdo de que me haya bajado los pantalones, eso dicen ellos. Yo siempre me preocupé porque el jugador siempre debe pensar en el hincha, porque yo recuerdo que hay gente que deja de comprar algo de mercado por ahorrarse la plata para ir al partido, y es triste ver un equipo que no siente la camiseta ni respeta la afición”.
Publicidad
En un tono más íntimo, compartió uno de los momentos más duros de su vida: “Eso fue sorpresivo cuando me avisaron de la muerte de mi mamá. Lo dejaron para cuando terminara el partido, y ahí fue cuando yo me vine de Cali para Manizales al entierro de mamá”.
Hoy, lejos de los banquillos, vive el fútbol con menos presión: “Yo veo fútbol, pero no con la dedicación de estar desesperado porque llegue el domingo para ver el partido. Ya no. Yo sé que juegan, pero estoy suelto, quitándome la presión de encima, porque cuando uno es director técnico, eso es impresionante”.
Publicidad