Mojado de pies a cabeza, un habitante de la calle toca Claro de Luna, de Ludwing van Beethoven, en la estación central de trenes de Newcastle, Inglaterra.
Sobre su cuello reposa una bolsa plástica que, al parecer, es la que usa para dormir en la calle. Escurre agua, una señal de que el día no ha sido bueno a la intemperie.
Un policía intenta detener su ejecución de la Sonata para piano No. 14, pero se arrepiente y le permite continuar.
Las lágrimas se asoman en los rostros de varios pasajeros de la estación que se encuentran con la escena.
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Su nombre es Alan Donaldson, de 26 años. Duerme casi siempre en la misma acera frente a un casino. Eso fue lo que le dijo a Max Brown, quien grabó a este artista al piano.
Han pasado unos minutos y Alan interpreta ahora Para Elisa. Cada vez son más los transeúntes que se acercan atraídos por su música.
El piano había sido dejado allí por el Club Rotario de Newcastle, con un aviso en el que invitaba a los usuarios del servicio de trenes a tocarlo.
El video de dos minutos de duración ha logrado hasta este lunes más de 355.000 visitas.
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