La mayoría de dispositivos con procesadores Intel se verían afectados. La empresa prometió una solución, aunque ralentizaría los equipos.
Por un fallo de diseño en los procesadores Intel construidos en la última década, una gran cantidad de dispositivos quedarían totalmente vulnerables a ataques cibernéticos. Ya que esta es una de las mayores productoras de procesadores en el mundo, la vulnerabilidad afecta una gran cantidad de usuarios en el mundo.
El fallo permite que cualquier programa acceda al kernel, software fundamental del sistema operativo, en donde están alojadas contraseñas y otros datos privados de los usuarios. Dicho error podía ser aprovechado por manos inescrupulosas simplemente instalando un software que accediera a esta ubicación.
Intel ya ha reconocido la existencia del error, aunque, en un comunicado de prensa ha dicho que el impacto es menor. Además, afirma que no es el único fabricante de procesadores con este tipo de vulnerabilidad.
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Tanto Intel como empresas de la talla de Microsoft y Apple han comenzado a trabajar para crear un parche que arregle la falencia. Las primeras actualizaciones de seguridad se esperan que estén llegando a los usuarios el próximo 9 de enero.
Hay dudas frente a qué afectación en el rendimiento tendrá dicha actualización. Intel ha dicho que la velocidad de procesamiento no disminuirá, pero expertos en informática afirman que esta se verá reducida hasta un 30%.
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Otros han dicho que la solución es más cara, ya que debe cambiarse el procesador de los equipos afectados.
La crisis ha sido aprovechada por AMD, rival de Intel, para confirmar que dicho error no lo tienen sus procesadores y así disparar su valor en la bolsa.