Dos enfermeras seguían hospitalizadas después de contraer el virus de un liberiano que murió en un hospital de Dallas. Debido a sus casos, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades emitieron esta semana normas de seguridad más estrictas y colaboran con los estados para instruir a los trabajadores de la salud en todo el país.
El camarógrafo estadounidense Mukpo dijo en una declaración el martes desde el Centro Médico de Nebraska que "no muchos son tan afortunados como yo lo he sido. Estoy muy feliz de estar vivo".
El virus ha matado a más de 4.500 personas en África occidental, casi todas en Liberia, Sierra Leona y Guinea.
Mukpo, residente en Providence, Rhode Island, se infectó cuando trabajaba en Liberia como camarógrafo independiente para NBC y otros medios. Ha estado en el hospital de Nebraska desde el 6 de octubre, el segundo paciente de ébola tratado allí.
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El hospital dijo el martes que los análisis confirman que está libre del virus y que será autorizado a salir de su unidad de aislamiento el miércoles.
Debra Berry, madre de la enfermera de Dallas Amber Vinson, dijo el martes que su hija "está bien, sencillamente tratando de recuperar fuerzas" durante su tratamiento en el Hospital Universitario de Emory, en Atlanta. Otra enfermera de Dallas, Nina Pham, ha mejorado en el Instituto Nacional de Salud en un suburbio de Washington.
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En la Casa Blanca, el exasesor y veterano operador político Ron Klain debía reunirse el miércoles por la tarde con Barack Obama y otros altos funcionarios en el despacho presidencial para iniciar oficialmente sus tareas. El mandatario lo designó la semana pasada como coordinador de las agencias federales que lidian con el ébola en Estados Unidos y asesor del manejo de la crisis en África.
Tras resistir las presiones de impedir los viajes procedentes de los países con ébola, el Gobierno de Obama endureció las reglas para asegurarse de que todos los que lleguen desde las tres naciones más afectadas sean revisados en previsión de que tengan la enfermedad.
A partir del miércoles, los viajeros que lleguen por avión desde Liberia, Sierra Leona y Guinea deben entrar en Estados Unidos por uno de cinco aeropuertos capaces de efectuar revisiones especiales. Son el Kennedy en Nueva York, Liberty de Newark, O'Hare de Chicago, Hartsfield Jackson de Atlanta y Dulles de Washington.
Un total de 562 viajeros han sido revisados desde que comenzaron las pruebas en el aeropuerto Kennedy de Nueva York. Cuatro de ellos, que fueron analizados en el aeropuerto de Washington, fueron llevados a un hospital local pero ninguno está contagiado de ébola.
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