“Es medicina de guerra”, dice el doctor Alejandro González al evidenciar con un experimento cómo respira un paciente con coronavirus cuyos síntomas han empeorado.
El odontólogo cubano tapó su nariz y boca con un esparadrapo y abrió un hueco con la punta de un bolígrafo en la cinta que tenía adherida a sus labios.
Estuvo unos segundos intentando respirar por ese diminuto orificio y luego, sin soportar más, descubrió su boca.
“¿Se imaginan lo que es eso? Así es como se siente un paciente con COVID-19”, dijo recuperando el aire poco a poco.
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“¿Qué pasa cuando no tenemos los medios para atender a un paciente al que le está faltando el aire?”, cuestionó.
“Ese es el paciente que se muere sufriendo” y “lo mismo es un paciente con recursos que un paciente sin recursos”, afirmó.
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Agregó que espera que los médicos en Chile no tengan que llegar a elegir a quién conectan, si “un paciente adulto mayor, uno joven, uno que tenga enfermedades sistémicas o uno que no”.
Eso, precisó, “es medicina de guerra”.