Desde el tiroteo de Parkland, 58 estudiantes han sido arrestados. “It’s no joke” es la campaña que explica a los jóvenes que no es un tema para hacer bromas.
Combatir la publicación de amenazas directas o indirectas contra un estudiante, un colegio o un profesor ha sido el común denominador en varias de estas instituciones en la Florida.
“Tomamos muy en serio cada una de las amenazas, no podemos diferenciar cuando se hace una amenaza si es real, una broma o un engaño. Las investigaremos con el mismo nivel de dedicación”, explica Alberto Carvalho, superintendente de Escuelas de Miami Dade.
“Sabemos que la mayoría de esos menores fueron arrestados por amenazas escritas sobre matar, hacer daño corporal o realizar tiroteos masivos”, dice la fiscal Katherine Fernández.
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Ante el preocupante panorama, las autoridades decidieron endurecer las medidas y poner en marcha la campaña "It's no joke", o en español “No es broma”, con la que le recuerdan a la comunidad estudiantil que hacer una amenaza, dependiendo el caso, podría conllevar hasta 5 años de cárcel.
“No es una broma hacer una amenaza contra un colegio, es un delito grave. No es una broma que hacer una amenaza puede acarrear cargos federales y estatales, y que puede conducir a un arresto y encarcelamiento”, indica el superintendente Carvalho.
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“Instamos a los padres, a los tutores, a controlar la actividad de sus hijos en las redes sociales, tanto si están en tercer grado como si están en secundaria”, dice el jefe de la policía escolar de Miami Dade.
Las autoridades señalaron, además, que tienen expertos investigadores de redes sociales monitoreando continuamente cualquier actividad sospechosa.
También habría consecuencias civiles para los padres que encubran a sus hijos o que no los reporten si saben que han publicado alguna amenaza.