En Texas, una mesera recibió una inesperada propina, no por su buen trabajo, sino por su compasión y humildad.
Heather Chestederr relata que se puso a conversar con una clienta que le contó que trabajaba con veteranos de guerra que sufren de estrés pos traumático.
La conversación terminó con llanto y abrazos y una propina de 100 dólares, es decir de 320 mil pesos colombianos por una cuenta de 80 mil pesos colombianos. Sin embargo, lo más emocionante fue una nota agradeciéndole a la mesera por su compasión.