Donald Trump, Emmanuel Macron, la reina Isabell II y representantes de otros 13 países asisten a una ceremonia en Inglaterra por el denominado Día D.
El 6 de junio de 1944 comenzó el enorme desembarco militar aliado en las costas francesas de Normandía, un momento clave en la liberación de Europa del nazismo. De los más de 150.000 soldados que ese día pisaron el suelo francés, más de 10.000 murieron, resultado heridos o desparecieron.
La ceremonia en la ciudad británica de Portsmouth cuenta también con la presencia de la primera ministra Theresa May, sus homólogos de Canadá y Australia -Justin Trudeau y Scott Morrison- la canciller alemana Angela Merkel y jefes de gobierno de Bélgica, la República Checa, Grecia, Luxemburgo, Holanda, Noruega, Polonia, Eslovaquia, Dinamarca y Nueva Zelanda.
Por su parte, Trump podrá fin así a una visita de Estado de tres días al Reino Unido, durante la cual fue recibido con todos los honores por la reina en el Palacio de Buckingham, habló de comercio con May, fue blanco de protestas e hizo algunas de sus controvertidas declaraciones.
Para honrar ese acto heroico, los 16 países representados en Portsmouth adoptaron una declaración en que se comprometen a que "los sacrificios del pasado no hayan sido en vano ni sean jamás olvidados".
"Durante los últimos 75 años, las naciones han defendido la paz en Europa y en el mundo, la democracia, la tolerancia y el Estado de derecho", dicen en la declaración. "Reiteramos hoy nuestro compromiso con los valores comunes porque ellos sostienen la estabilidad y la prosperidad de nuestras naciones y nuestros pueblos", añaden subrayando su compromiso con organizaciones internacionales como Naciones Unidas o la OTAN.
Esta mención, sumada a los comentarios que Isabel II había hecho el lunes durante un banquete en honor de Trump sobre la importancia de esas mismas instituciones, es interpretada como una forma de reforzar el apoyo de Estados Unidos a unos organismos a menudo fustigados por su presidente.
"Sacrificios extraordinarios"
"Estas conmemoraciones serán la ocasión de honrar a aquellos que hicieron sacrificios extraordinarios para garantizar la libertad en Europa", afirma la reina Isabel II en el programa oficial. "No deben ser jamás olvidados", añade.
Durante la ceremonia, los jefes de Estado y de gobierno asistirán al embarque de 300 veteranos británicos que se dirigirán a Francia en un buque de guerra.
La lectura pública de testimonios de soldados y un desfile aéreo de la Real Fuerza Aérea Británica, que incluirá aviones modernos y los legendarios Spitfire, también están en el programa.
Portsmouth fue el puerto de salida hacia la playa de Sword, la más oriental de Normandía de las cinco escogidas para el desembarco aliado, en la que fue la mayor operación de este tipo en la Historia en términos del número de navíos participantes.
Durante la ceremonia, en la que participarán 4.000 militares y 11 navíos de guerra británicos, May leerá una carta escrita por el capitán Norman Skinner a su esposa Gladys el 3 de junio de 1944, que fue hallada en la chaqueta del soldado británico tras su muerte en la playa de Sword.
Macron, por su parte, leerá una carta de un joven resistente francés, Henri Fertet, fusilado a los 16 años.
"Lo soldados vienen a buscarme. Estoy desando que llegue el momento. Mi escritura es tal vez temblorosa, pero es porque utilizo un lápiz pequeño. No temo a la muerte, tengo la conciencia muy tranquila".
Trump y May viajarán el jueves a Francia para continuar allí las conmemoraciones junto a Macron, que ese día pondrá junto a los veteranos de guerra la primera piedra de un memorial británico en Normandía.
Sin embargo, antes de eso el presidente estadounidense se desplazará, tras las ceremonias en Portsmouth, a Irlanda donde tiene un complejo hotelero de su propiedad y dedicado al golf, en la localidad de Boonbeg, al que tiene previsto regresar el jueves.
El martes, el mandatario norteamericano había prometido un acuerdo comercial "extraordinario" con Londres tras el Brexit, afirmando que todo estaba "sobre la mesa" en esa futura negociación, incluido el venerado servicio público de salud británico, el NHS, lo que provocó reacciones de indignación en Reino Unido.
Sin embargo, en una entrevista televisiva divulgada el miércoles por la mañana, Trump dio rectificó sus palabras, asegurando que el NHS "no es algo que consideraría como parte del comercio".
Updated: junio 05, 2019 07:55 a. m.