Esta colombiana les da el visto bueno a las flores que ingresan a Estados Unidos

En vísperas del Día de San Valentín, Colombia envía millones de ellas para alegrar a los enamorados. Pero antes de llegar a las tiendas pasan rigurosas pruebas.

Estados Unidos se prepara para inundar el comercio con flores colombianas, a propósito del Día de los Enamorados.

Las autoridades se aseguran de que las flores no lleven contrabando, plagas o insectos invasivos que puedan destruir la agricultura nacional.

Una vez en suelo estadounidense, el producto pasa por una rigurosa inspección del Departamento de Agricultura de la Oficina de Aduanas. Una colombiana lidera un equipo de inspección.

“Si se encuentra algún tipo de insecto o enfermedades, lo que hacemos es mandarlo al Departamento de Agricultura. Cuando ellos lo identifican, nos dejan saber si el producto tiene que ser fumigado, destruido o enviado otra vez al país de origen”, explica Adriana Muñoz.

Muñoz es supervisora de los especialistas que evitan que plagas, enfermedades invasoras o sustancias prohibidas ingresen al país a través de las flores. Es bióloga, llegó hace 32 años a Estados Unidos y hace 18 trabaja para el gobierno estadounidense.

“Yo veo esto, viene de mi tierra, viene de Colombia. Veo las bellezas que traen y cómo alumbran todas las festividades, es un orgullo… de verdad que sí. Y definitivamente trabajar para el gobierno de los Estados Unidos también es un orgullo bien grande”.

Tras la inspección, las flores pasan a un proceso de selección, corte de tallo y armado de arreglos. Lo más importante es mantener la cadena de frío. Después viene la distribución.

“La flor a cinco grados centígrados se duerme, entonces no se deteriora en su proceso y cuando llega a temperatura ambiente vuelve a reintegrarse a su proceso normal, empieza a abrir”, dice Carlos Bermúdez, gerente de Bouquet Collection.

La industria de las flores aporta a la economía estadounidense alrededor de 15 billones de dólares. Así mismo, genera cerca de 200 mil empleos directos.