La denunciante de los hechos afirma que el grupo era liderado por uno de los sacerdotes, conocido bajo el alias de 'la Abuela'.
El arzobispado de la ciudad de Rancagua, centro de Chile, denunció este sábado ante la fiscalía al sacerdote Luis Rubio, acusado de conducta sexual inapropiada por una feligresa en un reportaje televisivo, en un nuevo escándalo que podría involucrar a más religiosos.
Elisa Fernández, una feligresa de la parroquia de la localidad de Paredones (unos 250 km al sur de Santiago) denunció al párroco Luis Rubio, de 54 años, por haberle enviado en septiembre de 2017 fotografías en las que aparece desnudo, según reveló en un reportaje emitido el viernes por la noche en el noticiero de Canal 13.
"Hemos hecho una denuncia a la fiscalía de Santa Cruz, con los antecedentes que ha proporcionado canal 13 sobre Luis Rubio", dijo el arzobispo de Rancagua, Alejandro Goic, en un comunicado.
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Goic expresó además su disposición "para colaborar en cualquier tipo de procedimiento que se derive del conocimiento de estos hechos".
Fernández recibió las fotografías a través de una cuenta de Facebook que creó haciéndose pasar por una menor de 16 años, con el fin de obtener pruebas para denunciar a Rubio y otros sacerdotes que habrían incurrido en conductas sexuales impropias desde hace al menos dos años.
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"Sí, es cierto, pero yo también corté todo eso… Fue un error mío, yo lo reconozco", admitió Rubio en el reportaje.
Perdón
La mujer afirmó haber denunciado el hecho ante el arzobispo Goic en 2017, antes de la visita del papa Francisco a Chile, pero éste nunca comenzó una investigación.
"Quiero pedir perdón por mi actuar en este caso. Reconozco que le di acogida a esta joven que aparece en el reportaje y que actué eventualmente sin la agilidad adecuada", se disculpó Goic.
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Rubio alertó a sus superiores en Rancagua sobre sus declaraciones televisivas días antes de que fuera difundida la nota y confirmó haber tenido un "comportamiento impropio".
Frente a esta situación, el sacerdote fue suspendido temporalmente de sus funciones, como medida cautelar mientras se indaguen y entreguen al Vaticano los antecedentes de este caso, explicó Goic, uno de los 34 obispos chilenos que viajaron a reunirse con el papa Francisco esta semana en medio de un escándalo por encubrimiento de abusos sexuales de curas.
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Tras las reuniones, el papa entregó una durísima carta a los obispos chilenos, a los que acusó de no haber manejado de forma apropiada las denuncias de abusosexuales. Como consecuencia, los obispos renunciaron en pleno, en un terremoto para la iglesia chilena.
La familia
En el reportaje, Fernández explicó que participó en su parroquia durante 14 años como coordinadora de la pastoral juvenil, donde descubrió que Rubio y otros 17 sacerdotes integraban un grupo que habría incurrido en conductas impropias y en el que hablaban sobre sus preferencias sexuales.
"No sé si llamarlo cofradía, secta o grupo de sacerdotes que tienen prácticas que no se conllevan con su condición de curas y con respecto a jóvenes, por lo menos en mi época, de entre 15 y 29 años", sostuvo.
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Fernández indicó que el grupo se hacía llamar 'La Familia' y que era liderado por uno de los sacerdotes, conocido como 'la abuela'.
"Como medida pastoral, a quienes han sido mencionados les pediré que suspendan sus actividades sacerdotales temporalmente mientras se efectúa la revisión de cada caso particular, en el más breve plazo", sostuvo Goic.
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El arzobispo de Rancagua también llamó a la comunidad a denunciar hechos relacionados con los hechos revelados en el reportaje.
Desde el año 2000, unos 80 curas han sido denunciados en Chile por abusos sexuales.
El caso más potente fue el del influyente sacerdote Fernando Karadima, quien en los años 1980 y 1990 abusó de menores en la exclusiva parroquia El Bosque en Santiago. El Vaticano lo condenó en 2011 a una "vida de oración y penitencia" luego de que la justicia chilena declarara prescritos los cargos por abuso sexual.
El supuesto encubrimiento del caso Karadima por parte del obispo de la ciudad de Osorno, Juan Barros, originó el escándalo por el que el papa convocó a los obispos chilenos.
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