La decisión de la jueza 30 de control de garantías de dejar en libertad al expresidente Álvaro Uribe , investigado por presunta manipulación de testigos, desató múltiples relaciones.
El primero en pronunciarse fue Iván Cepeda, quien funge como víctima en el proceso. Aunque afirmó que respeta a la justicia, anunció que apelara la decisión.
Además, criticó al fiscal Gabriel Jaimes Durán: “Es evidente su parcialidad y por lo tanto consideramos que no hay ninguna garantía para los derechos de las víctimas”.
Camilo Burbano, abogado penalista, se refirió a las razones esbozadas por la togada, en cuanto a la ausencia de una imputación en contra de Uribe Vélez.
“La juez entendió que la medida aseguramiento dictada por la Corte carecía de los requisitos legales para mantenerse y así decreto la libertad”, apuntó.
Por su parte, el analista Héctor Riveros sostuvo que “esta decisión seguramente profundizará la polarización, los extremos políticos van a aumentar el tono de su discusión y seguramente las acusaciones mutuas”.
Mientras el Centro Democrático celebraba la libertad del líder natural de su partido, Gustavo Petro -uno de sus principales contradictores- dijo que “a Uribe se le derrota en las urnas y por una sociedad que sepa que es la democracia”.
Entretanto, ONG como Human Rights Watch llamaron al respeto por las decisiones judiciales.
