Ni el número de seguidores en redes sociales o sus reconocidas carreras les ayudó para quedarse con el cargo en estas elecciones.
Uno de los que buscaba repetir en el Concejo de Medellín es Bernardo Alejandro Guerra por el partido Liberal, quien fue diputado en tres ocasiones, senador de la República y dos veces concejal.
Pero esta ocasión, Guerra, médico cirujano de profesión obtuvo 6.937 que no le alcanzaron para un tercer periodo.
También está Daniela Maturana, hija del extécnico de la Selección Colombia, Francisco Maturana.
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La politóloga de la Universidad Eafit aspiraba al cargo en la corporación por segunda vez.
En la campaña pasada obtuvo el cargo con el Movimiento Creemos, bajo el que Federico Gutiérrez se hizo alcalde de Medellín.
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En estas elecciones, Maturana apoyó al candidato Juan David Valderrama, se lanzó en la lista del Movimiento Todos Juntos y sacó 4.130 votos.
A la derrota de Guerra y Maturana se suma la de Luz María Múnera, reconocida por sus denuncias y control político a la administración municipal y el proyecto Hidroituango.
Ella hacía parte de una lista de coalición entre los partidos Polo Democrático, MAIS, Unión Patriótica, Colombia Humana.
Pese a que es una de las concejalas estrellas de este periodo solo obtuvo 3.225 votos.
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‘Influencers’ y famosos
Una de las campañas que más expectativa generó en Medellín fue la de David Alejandro Marín, conocido como Alejo Little, quien en su cuenta de Instagram tiene 287.75 seguidores, pero en las elecciones del domingo para el concejo de la ciudad por el partido Alianza Social Indígena (ASI) solo obtuvo 925 votos.
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De otro lado está Katerin Pelaez Pérez, una influenciadora paisa con 774.050
Seguidores, que también quería ser concejal e hizo su campaña con el apoyo del partido ASI.
A pesar de su reconocimiento en redes sociales sacó 2.369 votos que no fueron suficientes para ganar su aspiración.
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Entre otras personalidades que se quemaron está Jamell Ramos, exjugador del Independiente Medellín y la selección Colombia.
Ramos buscaba ser concejal en el municipio de Sabaneta (sur del Valle de Aburrá) y solo tuvo el apoyo de 407 electores.
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Pero quizá el caso más sonado es el de Crisanto Vargas Vil, el reconocido humorista que aspiraba a ser uno de los 26 diputados de la Asamblea de Antioquia.
Vargas Vil contó con el aval del Centro Democrático y logró el apoyo de 16.716 votantes, esto no le alcanzó para dar un salto del humor a la política.
Los descachados
Otros candidatos buscaron a toda costa darse a conocer para lograr los votos que necesitaban, sin embargo, parece que sus curiosas campañas no lograron cautivar a los electores.
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Uno de ellos fue José Luis Gaviria quien quería ser concejal de Medellín y para ello contó con el apoyo del Partido Liberal.
Gaviria se vendió como un joven “virgen y honesto”, lo que despertó todo tipo de comentarios y hasta burlas.
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Pese a la visibilidad que obtuvo por su curiosa forma de buscar adeptos obtuvo 626 votos.
Su historia se repite con el candidato Estéfano Santa Cruz, quien hizo campaña también al concejo con el partido ASI.
El joven se desnudó literalmente para darle fuerza a su imagen “porque la transparencia no se menciona, se demuestra”, según aseguró en sus volantes.
Aun así solo consiguió 358 votos.
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