La herencia determina la cantidad de lunares con lo que nacemos y la exposición al sol influye para que aparezcan nuevos a lo largo de la vida.
El dermatólogo Milton González asegura que hay que examinar con cuidado los lunares, pues aunque en su mayoría son benignos, es posible que se transformen en un tipo de cáncer de piel llamado melanoma.
Si un lunar empieza a rascar, si se inflama, se pone rojo o comienza a tener cambios en su color hay que consultar de inmediato.
Para retirar un lunar sospechoso, por lo general, se acude a la cirugía o al láser, procedimientos que solo el médico puede indicar y realizar.
Updated: abril 09, 2015 06:50 p. m.