Hacerlo más despacio puede mejorar problemas digestivos y le ayuda a comer menos.
“Antiguamente a todos nos enseñaron a masticar y pasar automáticamente los alimentos, porque todo es rápido, rápido para el colegio, rápido para el trabajo, como consecuencia todos resultamos con problemas digestivos, como acidez, gases e inflamación en general”, explica Claudia Patricia Chacón, médica biofísica.
La especialista señala que este mal hábito “deja pasar los alimentos casi enteros, sin digerir, permitiendo que los alimentos se descompongan y crezcan las bacterias, hongos, parásitos”.
Según la doctora Chacón, cuando se mastica lentamente “podemos deshacer los alimentos y mezclarlos con las enzimas de la saliva, lo que permite que se absorban los nutrientes y así se obtiene la energía vital”.
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“Además, entre más tiempo masticamos el mismo alimento, el cerebro actúa como si hubiéramos comido mucho y la sensación de hambre baja, entonces es posible regular más fácilmente el peso ya que comemos mucho menos”, agrega.
Para comer conscientemente, la especialista recomienda elegir “un bocado pequeño por vez, masticando el doble de tiempo de lo que usted viene haciendo, hágalo con ambos lados de la boca, hasta que esos alimentos hayan quedado líquidos y ahí sí páselos, y fíjese que va a notar que ya no necesita de líquidos para comer, los cuales interfieren con el proceso de digestión y asimilación de todos los nutrientes”.
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También es recomendable aumentar el consumo de vegetales frescos y crudos, porque aportan gran cantidad de agua, fibra y nutrientes que facilitan la digestión.