Internet ofrece inmediatez, la posibilidad de estar conectado 24 horas y saber en segundos todo lo que pasa a nuestro alrededor. Sin embargo, acceder al mundo con un solo clic se ha convertido en un arma de doble filo.
Así lo aseguran expertos internacionales, quienes llaman a una de las secuelas "fomo", que es el temor a perder información, a estar desactualizado, a quedarse fuera de un evento, a no saber lo que está pasando dentro de su círculo social y, en definitiva, miedo a la exclusión.
Contrario a lo que podría pensarse, no es un tema solo de los jóvenes. La actividad en la red afecta casi a todos. El llamado, por supuesto, es a poner límites, a desconectarse y a que espacios de la vida como las comidas no se vean interrumpidas por esa necesidad, casi adictiva, de saber que está pasando.