A raíz esto, autoridades colombianas establecieron alerta que ha permitido detectar a más pequeños, no solo extranjeros, que sufren la misma patología.
Son cerca de 300 menores en Valle del Cauca los que actualmente padecen de desnutrición, según logró determinar la Secretaría de Salud departamental, luego que dos bebés de 13 y 14 meses, de nacionalidad venezolana, murieran en centros asistenciales de Cali a causa de este flagelo.
"La niña de Restrepo es una niña que tiene signos de maltrato y abandono y llega en un grado de desnutrición severo y muere. Y la niñita de Dagua proviene de Maicao en pésimas condiciones de salud, por desnutrición, y muere”, explicó la secretaria de salud María Cristina Lesmes.
Ambos casos encendieron también las alarmas por la situación que viven los migrantes del vecino país. Una de ellos es Adriana Rojas, estilista profesional que, como sus compatriotas salió de Venezuela por la grave situación social y hoy reside en la capital vallecaucana.
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Adriana es madre de dos niños de dos años y cinco meses, a quienes no puede alimentar por falta de recursos. "Esta mañana salí a pedir y me dieron un pancito y eso fue lo que comió el niño, pero yo no he desayunado", afirmó.
Una situación similar vive Ildis Maris Arévalo, cuyas dos nietas atraviesan problemas de salud. "Lo que comemos nosotros comen ellos, pan con refresco, a veces hacemos un arroz en un fogón, porque no tenemos cocina, no tenemos nada de eso, ni ollas", sostuvo la extranjera.
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Las condiciones en las que permanecen algunos migrantes no les permiten obtener ingresos suficientes para alimentarse ellos y sus hijos. Tan solo en Valle del Cauca hay 58.000 venezolanos, de los cuales 21.000 están legalizados con empleo y afiliados al régimen contributivo y subsidiado de salud.