Una pareja de turistas ecuatorianos fue la nueva víctima de la especulación en un balneario de la isla de Barú. Los visitantes fueron presionados a pagar dos millones y medio de pesos por dos platos de pescado y cuatro cervezas.
Otros bañistas de Barranquilla que se percataron del excesivo cobro trataron de intervenir, pero fueron agredidos. Uno de ellos le tiró el celular a la turista para que no grabara.
“Todos llegan en gavilla porque llegan los del masaje, los de la lancha. Yo decido grabar pero el señor de nombre Daniel, porque se llama Daniel, me tira el celular cuando estoy grabando, me da un golpe en el pecho y obviamente mi esposo reacciona y también fue agredido por el señor: después nos intimida diciendo que nos va a apuñalear”, relata la turista.
Este aprovechamiento ilegal ocurre solo horas después de que una familia mexicana cancelara más de seis millones quinientos mil pesos.
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“Era exagerado, sí le preguntamos… ¿oye por qué tanto? (responden) Aquí los precios se cobran así porque es la playa más bonita de acá y los precios se elevan”, dice Miguel Mayán, el turista mexicano afectado.
En la isla también fue denunciado el cobro arbitrario de mil pesos por persona para acceder al balneario de Playa Blanca.
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A raíz de estos abusos se incrementaron los operativos policiales. Para evitar nuevas especulaciones las autoridades recomiendan pactar precios antes de consumir, abstenerse de recibir pruebas ni degustaciones y acudir a las autoridades si advierten precios elevados.
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