Los 160 hostales del balneario no podrán prestar el servicio nocturno y deberán devolver el dinero a quienes ya les hayan vendido paquetes.
La orden vino de la Supercomercio, al encontrar que no hay garantías de seguridad ni sanitarias para los visitantes, además de afectar el equilibro ambiental de Playa Blanca.
“La gente que va a llegar y quiera pernoctar va a encontrar los hoteles y los hostales cerrados, porque vamos a proceder a dar cumplimiento a la norma”, dijo David Múnera, secretario de Gobierno de Cartagena.
La prohibición de dormir en Playa Blanca no incluye a los nativos que deben vigilar sus establecimientos.
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Los servidores turísticos mostraron su malestar por la medida, a pocas semanas de que empiece Semana Santa, y dijeron que esa prohibición debería imponerse gradualmente y no de tajo.
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