Lina Marcela Grisales es una caleña de 28 años que había ahorrado dinero, por mucho tiempo, para poder viajar por diferentes lugares de Asia. Estuvo en la India, Bután y después llegó a Nepal a la región de Annapurna, lugar donde vivió el terremoto de magnitud 7,8 el pasado 25 de abril.
La caleña quiso ir a Nepal porque le interesa el budaísmo, además quería hacer ‘trekking’ o excursionismo por las montañas de ese país.
“Yo estaba haciendo ‘trekking’ por la montaña. Ya estábamos en la parte baja de la montaña, alrededor de 2.500 metros de altura y nos cogió el terremoto, fue muy fuerte”, expresó Grisales en una entrevista compartida por la Cancillería de Colombia.
Respecto a los momentos del terremoto, la colombiana narró que “fue una angustia muy dura, porque no entendíamos lo que estaba pasando, estábamos como en ‘shock’. Todo el mundo alrededor estaba conmocionado, la gente que vive en las casitas alrededor de la montaña salía a la calle. Gracias a Dios en esa zona donde estábamos no vimos los desastres en las casas como se lo vivieron en otras zona”.
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“Pensé mucho en las personas que estaban arriba en la montaña, en el pico, allá tuvo que haber sido más duro. Nuestro guía llamaba a su familia que vivía a las afueras de Katmandú, pero sólo dos días después logro comunicarse con ellos enterándose que habían perdido su casa al igual que todos sus familiares. Eso lo afectó mucho”.
“Nosotros fuimos muy afortunados, pero viendo todo ese desastre alrededor, generaba mucha impotencia. Teníamos ganas de ayudar pero es difícil porque todo el mundo quiere ayudar y a veces uno se vuelve una carga”, continuó.
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Grisales habló sobre la comunicación que tuvo con el Consulado y Embajada de Colombia. “Me parece que el Gobierno colombiano ha estado pendiente, ayudando mucho. Me siento muy agradecida con toda la ayuda, así tuviéramos que dormir en el piso siempre nos ayudaban a suplir las necesidades básicas".
“Ya estando en Katmandú todo el mundo estaba acampando en la calle, los hoteles estaban cerrados y las escenas que vi fueron muy duras. El cónsul siempre estuvo pendiente de todos. Yo no estuve con más colombianos, en ese momento yo era la única”.
“De las cosas importantes para saber es que de donde están necesitando sacar a las personas es desde Katmandú, allá el aeropuerto es un hacinamiento porque la gente está tratando de salir. Yo tenía un pasaje que había comprado en Air India tiempo atrás y por eso es que pude salir de allí, pero quienes no tenían pasaje no podían conseguirlo, además costaba una millonada”.
Por su tiquete, Lina logró salir de Nepal y ahora se encuentra en Madrid, España. No regresa a Colombia porque su novio, también colombiano, aún está en este país asiático.
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“Estoy organizando porque mi novio todavía está en Nepal, estoy muy preocupada y todavía muy nerviosa por él. Me cuenta que todavía hay replicas, que tiembla y se va la luz por lo que siguen los momentos de estrés y angustia. Estoy esperando un poco a que salga de allá y ver si puedo ayudarlo desde acá afuera. Él está con el cónsul recibiendo la asistencia”.
La Cancillería colombiana informó que hasta este 30 de abril se tenía un reporte de 41 solicitudes de búsqueda de connacionales, de los cuales ya 38 están localizados (algunos incluso ya han salido de Nepal); es decir, hay tres personas en proceso de localización.
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