Jaime Gutiérrez Ospina fue detenido en el occidente de Bogotá. Se encontraba prófugo desde hace cinco años.
El hombre de 59 años fue condenado a 10 años y 11 meses de prisión por el homicidio culposo de 33 menores de edad y una adulta cuando se movilizaban en un vehículo que el conducía, hechos ocurridos en 2014.
Gutiérrez Ospina junto al pastor evangélico Manuel Salvador Ibarra, vinculado al crimen por haber contratado el bus, ya habían sido capturados y condenados en 2016 pero quedaron en libertad un año después por decisión del Tribunal Superior de Santa Marta, donde un juez anuló la sentencia considerando que el delito había sido juzgado de manera incorrecta.
En total, el hombre transportaba 50 niños que regresaban de una convivencia organizada por la Iglesia Pentecostal Unida de Aracataca.
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Posterior a la tragedia se conoció que el vehículo se había apagado, y el conductor, para lograr que encendiera, vertió combustible en el carburador, una imprudente maniobra que provocó la explosión que creció rápidamente porque, además, transportaba varios galones de gasolina.
Esa no fue la única imprudencia de Gutiérrez Ospina, la Fiscalía también comprobó que al momento del accidente el hombre conducía sin licencia, llevaba más pasajeros de los permitidos y el bus presentaba fallas mecánicas e irregularidades, como la falta del seguro obligatorio y la revisión técnico-mecánica.
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En las próximas horas, Gutiérrez será puesto a disposición de la Fiscalía y trasladado al departamento de Magdalena donde deberá cumplir la sentencia.
El otro implicado por este hecho, el pastor Manuel Salvador Ibarra, también fue condenado.
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