Según la empresa de transporte, el contrato solo se ejecutó en 29 por ciento y a pesar de que hizo todo para que se terminara, no fue posible.
Se trata de una obra de 12.084 millones de pesos que incluía la construcción del cabezote sur, las pasarelas de acceso (puentes peatonales) por ambos costados y el urbanismo para beneficiar a unos 45 mil usuarios por día.
“La interventoría del contrato, adelantada por el Consorcio conformado por las empresas Arca Arquitectura e Ingeniería y Diconsultoría, determinó que el escaso avance en la ejecución del contrato se dio por causas imputables al contratista”, comunicó el Metro.
El responsable es la empresa Pórticos, que “obtuvo un mayor puntaje en la evaluación técnica, legal y financiera que incluía experiencia en la ejecución de contratos de servicios de construcción de edificaciones industriales y bodegas; de edificios comerciales y de oficina y de edificios públicos especializados, entre otros” en el momento de la adjudicación en 2016.
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Sin embargo, “al poco tiempo se hizo evidente la falta de personal en la obra y el escaso avance en la ejecución. Esto pese a que el Metro entregó el anticipo para comenzar la ejecución de las obras”, dijo esa empresa.
Al enterarse de lo ocurrido, el Metro y la interventoría realizaron las alertas del caso, buscaron a Pórticos varias veces y trataron de que se pusiera al día en las obras y esto no fue realizado. Incluso, informó el Metro, propuso “la cesión del contrato y se acudió a la aseguradora para que terminara el proyecto, pero ninguna de estas alternativas pudo llevarse a cabo”.
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El contrato finalizó el 28 de agosto, luego de 20 meses –el plazo que había para su ejecución- pero el objeto del acuerdo no se cumplió, informó el Metro.
“Dado que se trataba de una obra de baja complejidad desde el punto de vista técnico (un edificio de tres niveles con una estructura metálica), la expectativa era que este estuviera terminado antes del plazo estipulado. Incluso, uno de los aspectos más complicados del proyecto consistía en las fundaciones pero fue posible aislar las obras para que no interfirieran con la operación normal de los trenes”, dice un comunicado del Metro.
Ahora, el Metro busca desde su Dirección Jurídica información y analiza alternativas legales para demandar al constructor.
De hecho, aseguró que tiene un informe de la interventoría “donde se resume la gestión del contratista y todos los incumplimientos durante la ejecución de la obra. Igualmente, se iniciará la reclamación de las pólizas de cumplimiento a las compañías aseguradoras”.
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Esa estación del Metro, ubicada en el sur de Medellín en inmediaciones de la zona industrial, es una de las que más usuarios mueve a diario y colapsa en horas pico por la afluencia de los mismos.