Estaba detenido en una URI de Bogotá y dijo tener síntomas del COVID-19 para ser trasladado a un centro clínico, donde saltó por una ventana y huyó.
Los uniformados que lo llevaron al hospital no tenían elementos de protección para estar cerca de él, por lo que tuvieron que esposarlo a una camilla para que lo valoraran los médicos.
El ladrón dijo que tenía que ir al baño, por lo que le quitaron las esposas, y en un descuido el sujeto saltó de un segundo piso.
Autoridades lo buscan porque temen que siga delinquiendo y en vez de usar un arma utilice el coronavirus para intimidar a sus víctimas.
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