Cerca de 70 familias arribaron desde Tarazá, Cáceres y Caucasia e invadieron un terreno, las autoridades los desalojaron y ahora no tienen donde dormir.
Camilo Monroy salió de su casa en Tarazá, hace algunos meses huyendo de la violencia que azota a este municipio del Bajo Cauca antioqueño. Con los siete integrantes de su familia y algunas pertenencias llegaron a Bello en busca de oportunidades y un techo donde vivir.
"Somos personas que realmente tenemos la necesidad de estar acá, porque no tenemos alternativa, porque nos han abandonado, porque no contamos con el Estado para nada", relata Camilo.
Diana Milena Escobar, es madre cabeza de familia y también arribó en búsqueda de oportunidades y para sacar adelante a sus cuatro hijos vendiendo dulces en la calle.
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"Los tengo estudiando, pero a medias porque a veces tienen para el algo y a veces no. Incluso, a veces no los podemos llevar y en el colegio nos ponen muchos problemas, pero ahí vamos", cuenta Diana Milena.
Como ellos, son 70 familias las que llegaron desde municipios como Tarazá, Cáceres y Caucasia a invadir un terreno de propiedad de la Gobernación de Antioquia para tener un lugar donde vivir.
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"A nosotros nos saca de nuestro territorio el conflicto. La problemática que se está viviendo en el Bajo Cauca antioqueño es lo que nos tiene acá agrupados. No tenemos garantías ni por parte del Estado ni por parte del Municipio", narra Aníbal Ramírez, desplazado.
Las autoridades locales, señalaron que van a implementar algunas medidas para ayudar a estas personas.
"La idea es que se acerquen y busquemos una solución de empleo para los que están desempleados, es una oferta que tenemos desde el banco de soluciones a ver cómo se les puede colaborar", indica Claudia Vélez Escobar, secretaria de Gobierno de Bello.
La funcionaria también asegura que van a brindar una asesoría para que los afectados accedan a programas que les permita tener una solución de vivienda.
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