La víctima ahorró todo un año para comprar su medio de transporte, que a duras penas estrenó por culpa de los ladrones.
Anderson Castañeda adquirió su bicicleta en enero de este año en 1.400.000 pesos, dinero que consiguió “esforzándome diario y dejando de comer para poder comprarla”.
Sin embargo, ese mismo mes se la robaron.
Fue entonces cuando se puso a indagar en internet y encontró la bicicleta en un sitio de subastas. El vendedor la cambiaba por una estufa y una cama.
Publicidad
Concretado el ‘negocio’, Anderson fue a buscar lo que le pertenecía, acompañado de la Policía, y lo encontró en el sitio de trabajo del presunto ladrón.
“Tengo los papeles de la cicla, fotos y todo lo que él necesita saber lo tengo”, dijo la víctima al llegar al lugar y afirmar que no se movería de ahí hasta que no le entregaran su bicicleta.
Publicidad