Pidió al adulto mayor que le entregara todo lo que llevaba, inventando que él hacía parte de un hurto que estaban investigando.
El delincuente, que decía ser de la Sijín, iba vestido de paño. Afirmó ir de civil y estar en un operativo encubierto.
El incauto abuelo había alcanzado a entregarle $1’800.000, dinero que recuperaron auténticos policías.