Castigo a policía de Tránsito que recibió soborno reabre debate sobre Justicia desproporcionada

La decisión de la Corte Suprema de Justicia de ratificar la condena de ocho años de cárcel a un policía de Tránsito por recibir $50.000 de soborno abrió de nuevo el eterno debate sobre la desproporcionalidad de las penas en Colombia.En el proceso se estableció que, en 2012, el patrullero iba a recibir $100.000 para agilizar la inspección de un bus que fue inmovilizado luego de un accidente. La prueba clave en el proceso fue la palabra del conductor.El policía, quien está fuera el país, ahora es prófugo de la justicia."Cuando de delitos contra la administración pública se trata, el monto termina siendo realmente intrascendente. Un peso o mil millones de pesos terminan siendo lo mismo, en términos de lo que es el reproche de lo que se hace al servidor público que exige o al particular que ofrece determinada suma de dinero, porque lo que protege la norma es la moralidad pública”, expone el abogado penalista Rodrigo Parada.Para los expertos, hay una evidente desproporción entre este caso, donde se castiga un abuso de cargo, frente a los ya conocidos escándalos de corrupción que comprometen a altos funcionarios públicos, como el llamado cartel de la toga, donde magistrados recibían sobornos a cambio de beneficiar a personas en sus procesos, o el de Odebrecht, donde las coimas alcanzaron los 100 millones de dólares.Sin embargo, manifiestan que hay una justificación para que el policía tenga más sentencia que los protagonistas de los otros escándalos.Así lo explica Andrés Felipe Caballero, abogado penalista: “en aquellos escándalos de corrupción a gran escala, donde se mueven cantidades infinitamente superiores, por lo general, los procesados celebran preacuerdos con la Fiscalía u obtienen principios de oportunidad y esto entonces permite entender la problemática desde la justicia premial”.El policía de Tránsito alegó siempre su inocencia diciendo que se trató de una trampa para incriminarlo como una venganza contra la institución por haber inmovilizado el bus.