A pesar de las ayudas que están llegando por parte de la Fuerza Aérea Colombiana a la población de El Calvario, en el Meta, tras el temblor de 6,1 que destruyó viviendas y colapsó sus vías de acceso, los habitantes buscan la forma de abastecerse. Por eso recorren cerca de 24 kilómetros en una riesgosa travesía que se hace a pie en aproximadamente cinco horas, por sitios críticos y atravesando peligrosos derrumbes.
Y las réplicas del temblor siguen generando pánico y zozobra entre los pobladores. Varios menores de edad y estudiantes atemorizados han tenido que ser atendidos en el centro de salud local cada vez que se presenta un nuevo movimiento telúrico.
El doctor Carlos Niño dijo que el día del temblor en El Calvario, “en total fueron cinco menores de edad que ingresaron al centro de atención por episodios transitorios, sin ninguna complicación”.
En medio de todos los riesgos que geológicamente representa la ubicación de la población, Luis Becerra, secretario de Gobierno, recalca que “no contamos con vías en este momento en el municipio por ninguno de los corredores viales. El llamado es al Gobierno nacional y departamental a que pongan sus ojos acá en el municipio de El Calvario que necesita en este momento del apoyo y colaboración a toda una comunidad”.
Orlando Herrera, uno de los afectados por el temblor, dice que “hay mucha gente que sembró, pero que no pudo ingresar los insumos, o sea la economía de El Calvario en este momento se quebró.
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Además, hay familias que quedaron atrapadas en la zona y que están sobreviviendo con lo único que les proveen sus terrenos. María Esther Velásquez, cuenta que está “exponiendo la vida con mi compañero Luis Guevara, entonces van a traer una yegua exponiendo la vida, y tiene que cargar dos o tres veces, y volver a descargar”.
Entre tanto, Elver Alexis Parrado, rector de colegio de El Calvario, afirma que tienen “dificultades en la infraestructura de todo en cuanto a las sedes educativas, en cuanto a infraestructura del mismo pueblo, las vías, no somos competitivos, no estamos a la altura de un municipio que pudiera llegar a nivel nacional y asimismo exportar nuestras cosechas”.
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“Es urgente una intervención con el Banco Agrario para que haya una condonación de las deudas de nuestros campesinos, o por lo menos que haya un periodo de gracias para el pago de estas deudas”, pidió por su parte Natali Urrea, presidenta de la junta de acción comunal.
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